Las palabras de cierre de la conferencia por el Secretario de Estado, Dr. Robert Kloos
Estimadas señoras, estimados señores:
Reciban un saludo cordial de la Ministra Federal, Ilse Aigner, quien está participando de votaciones importantes en el Bundestag alemán. Les puedo asegurar que la Ministra sabe valorar la labor que ustedes realizaron aquí.
Han pasado dos días completos, colmados de intenso trabajo. Dos días, durante los cuales se han reunido a discutir, a recoger diferentes ideas y conceptos; y han logrado un resultado visible contra el hambre en el mundo al redactar las recomendaciones de la conferencia. Por todo ello les agradezco de todo corazón.
Hoy, aquí en Berlín, concluye la novena conferencia "Políticas contra el Hambre". Estuvieron presentes representantes de gobierno y representantes de organizaciones internacionales, científicos, y, ante todo, representantes de organizaciones de pequeños productores agropecuarios y organizaciones no gubernamentales de países del Sur. La importante presencia de actores locales es una característica especial de nuestra serie de conferencias, y, a la vez, es el secreto de su éxito.
Porque la única manera de llegar juntos a la meta es hablando el uno con el otro - y no el uno sobre el otro. Nuestra meta común es aplicar y satisfacer el Derecho a la Alimentación. Sigue habiendo demasiadas personas que sufren hambre y desnutrición.
A su vez, la población mundial sigue creciendo. Según estimaciones, en 2050 este planeta estará poblado por 9 mil millones de personas. Y todos nosotros, así como nuestros hijos y nietos, queremos alimentarnos de manera suficiente y adecuada. Es aquí donde se presenta el dilema: Por un lado la producción agropecuaria debe aumentar, sosteniblemente, para satisfacer esta demanda creciente, y, por el otro las reservas disponibles son limitadas.
El acceso seguro y justo a tierras, agua, fondos pesqueros, bosques y recursos genéticos es, a mi juicio, una de las claves para la seguridad alimentaria sostenible.
Como ustedes saben, en octubre pasado la Ministra Federal, Ilse Aigner, ha intervenido en favor de un cierre ágil de las negociaciones en torno a las "Directrices Voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques", y de su adopción por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial. Pero todavía no era el momento.
Sin embargo, seguiremos persiguiendo esta meta con determinación. Estoy complacido de que la conferencia se haya llevado adelante en medio de un espíritu que apuntó a un cierre exitoso de las negociaciones.
Me ha impresionado el compromiso con el que ustedes discutieron sobre las posibles maneras de favorecer el proceso de negociación. Hay una cosa que quedó en claro: Es necesario consolidar el proceso sobre una base amplia. Porque todos estamos de acuerdo: las Directrices Voluntarias son importantes. Y para muchas personas son vitales. Son la consecuencia lógica de las Directrices Voluntarias sobre el Derecho a la Alimentación.
Sin embargo, las Directrices Voluntarias no deben figurar meramente sobre papel. Todos nosotros debemos sentirnos responsables de aplicar estas Directrices: Tanto los actores del plano internacional y nacional, como también los actores regionales y locales.
Al aplicar las Directrices habrá que considerar las particularidades culturales y las situaciones especiales. A su vez, es responsabilidad de los gobiernos velar por el cumplimiento del principio de legalidad, de la democracia y de los derechos humanos.
Las organizaciones internacionales representadas aquí, como la FAO, la OCDE, pero también el Banco Mundial y otros, están llamadas a ofrecer el apoyo necesario. Celebramos el gran compromiso demostrado en esta conferencia por el Equipo de Tareas de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Crisis Mundial de la Seguridad Alimentaria.
Porque el acceso seguro y justo a los recursos naturales también es relevante desde otro punto de vista: Cuando los derechos de uso son seguros y están bien administrados, los países, y por ende las personas, son localmente menos susceptibles a las crisis.
Las inversiones privadas y públicas en el sector agrario son indispensables para la seguridad alimentaria. Necesitamos inversiones sostenibles, que generen trabajos e ingresos localmente, y que contribuyan con la seguridad alimentaria. Por esta razón, observo con preocupación las inversiones en grandes extensiones de campo, conocidas como acaparamiento de tierras o "land grabbing".
No debiera ser posible que dichas inversiones violen los derechos formales y no formales de:
- los pequeños campesinos,
- los trabajadores del campo,
- los pueblos indígenas y nómades,
- las comunidades pesqueras,
- y, en todos los grupos recién mencionados, de las mujeres en particular.
La población local no debe llevar las de perder. Los inversores privados ¡deben respetar los derechos humanos y los derechos de uso de la tierra de la población local! Precisamente en el caso de las inversiones agropecuarias es particularmente importante que vayan acompañadas de una mejor formación y capacitación agraria.
Mi ministerio, por ejemplo, apoya la construcción de un centro de capacitación agraria en Etiopía. Esta iniciativa fue posible con la ayuda de compañías alemanas de mejoramiento vegetal y de maquinaria agrícola. Su objetivo es mostrar de que manera la tecnología moderna -adaptada a las condiciones del lugar- puede contribuir a aumentar los rendimientos.
Sin embargo, estas inversiones -duraderas y a largo plazo- solamente valen la pena para el inversor, en la medida en que los marcos jurídico y administrativo locales estén bien.
Esto es responsabilidad de cada uno de los gobiernos. En este lugar, las Directrices Voluntarias pueden ser de ayuda y servir de orientación. Esta es otra razón por la cual deberían ser aprobadas rápidamente.
Durante la conferencia, ustedes han discutido las cuestiones del acceso a tierras y agua desde una perspectiva que nos ocupa particularmente: la participación igualitaria de la mujer. Las mujeres cumplen un papel extraordinariamente importante para la seguridad alimentaria.
En África, el 70 por ciento de los pequeños campesinos son mujeres. Sin embargo, estas mujeres solo poseen una pequeña fracción de las tierras. Si las mujeres obtuvieran igual acceso a los recursos agrarios que los hombres, la producción agropecuaria podría aumentar notablemente. Según estimaciones de la FAO, tan solo con esto se podría reducir la cantidad de hambrientos en 100 millones de personas. Comparto su mismo punto de vista, de que los derechos de la mujer deben ser fortalecidos:
Por ejemplo:
- en leyes de tierras
- en el derecho hereditario y de familia
- para el otorgamiento de créditos
- y en proyectos de inversión.
Al mismo tiempo deberán protegerse sus derechos con efectividad. Justamente en las inversiones en tierras y en el sector agrario, las perjudicadas son las mujeres. Esto debe cambiar.
Permítanme referirme brevemente a los otros temas de la conferencia: El acceso al agua es fundamental para la producción agropecuaria; pero también cumple un papel central para los pastores de ganado. Por eso, al planificar el uso de las tierras y el agua deben salvaguardarse los derechos de los pequeños agricultores y de los grupos marginados. Ellos tienen que poder formular sus intereses -y no solo durante la planificación. Para ello hace falta un alto grado de autoorganización.
La autoorganización también es importante para los pequeños pescadores. Se está reconociendo cada vez más su función para la mitigación de la pobreza. Sin embargo, deberán integrarse aún mejor en las políticas regionales, nacionales e internacionales. De allí la gran importancia de la iniciativa del Comité de Pesca de la FAO, de elaborar Directrices Voluntarias para la protección de los pequeños pescadores.
Otro tema de los grupos de trabajo fue el acceso a los bosques.
2011 es el año internacional de los bosques. Los bosques cumplen con una multiplicidad de funciones y merecen ser protegidos. Opino, igual que ustedes, que los bosques también son elementales para la seguridad alimentaria. A mi parecer, este aspecto deberá ser atendido con más intensidad en los procesos internacionales. La explotación sostenible de los bosques también debe tener en cuenta la seguridad alimentaria de las personas que viven en y de los bosques. La protección de los bosques no debe excluir su uso sostenible para la seguridad alimentaria.
Para la seguridad alimentaria mundial, es fundamental conservar la diversidad de nuestras plantas de cultivo. Estas deben ser adaptadas y mejoradas continuamente para hacer frente a los desafíos que representan el cambio climático y la creciente población mundial. A su vez, es menester conservar la diversidad de las variedades locales.
Estas a menudo presentan propiedades de tolerancia a las sequías y a las plagas, a las que no podemos resignar. Además, los pequeños productores y fitomejoradores locales necesitan un acceso seguro a los recursos genéticos vegetales. Por eso, nosotros apoyamos la aplicación global del "Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos".
Durante los últimos días, ustedes han discutido intensamente sobre los temas que acabo de detallar. Las recomendaciones que me han entregado son la esencia de estas discusiones. ¡Muchas gracias!
Ellas llenarán de vida a las Directrices. Pero las recomendaciones también serán importantes y valiosas para el trabajo de cada uno de nosotros.
Agradecemos a la presidencia francesa del G20 por haber incluido la temática de las tierras, y por haber afianzado las Directrices Voluntarias en el documento final del G20.
Son un paso importante en el camino hacia Río - Rio+20.
El próximo paso importante en esta trayectoria será el Global Forum for Food and Agriculture (GFFA). En el marco del GFFA, que tiene lugar en enero de cada año, la Ministra Federal, Ilse Aigner, invita a Berlín a ministras y ministros de agricultura de todo el mundo.
En vistas de Rio+20 nos ocuparemos del tema "Seguridad alimentaria por medio del crecimiento sostenible - Uso agropecuario de recursos limitados".
Sus recomendaciones me servirán de apoyo y guía durante las negociaciones. Sus recomendaciones serán incorporadas a nuestras deliberaciones.
Esta conferencia solo fue posible gracias a la labor de un gran equipo.
Mi agradecimiento a su presidente, Alexander Müller. Gracias a la moderadora, Tanja Busse. Gracias a los moderadores y relatores de los grupos de trabajo. Gracias a todos los participantes por el nutrido debate durante el panel de cierre.
Quiero agradecer especialmente a FIAN y al "German Forum on Environment and Development" por la asistencia y la preparación de los contenidos.
Gracias también al grupo de asesores que espero sepan disculpar que por ser tan numerosos no los nombre individualmente.
Agradezco a la División de mi ministerio para la seguridad alimentaria mundial por su incansable colaboración.
Agradezco al BLE por la excelente organización.
Un agradecimiento especial a los intérpretes que han hecho posible que todos nos hayamos entendido bien en todo momento.
Y finalmente agradezco a todos ustedes por su activa participación.
Antes de que comencemos a separarnos, deseo reiterar de corazón mi pedido:
Intervengan en favor de un cierre exitoso de las Directrices Voluntarias en el CFS. Tal como en las negociaciones pasadas, Alemania nuevamente favorecerá la participación de la sociedad civil.
¡Hay muchas personas que están poniendo todas sus esperanzas en ustedes!